SERIE ¿Y A TI QUÉ TE IMPORTA? [+18] - Megan Maxwell
+ Frases:
1. ¿Y A TI QUÉ TE IMPORTA?
JUAN Y NOELIA
—¿A qué se debe esta cena? Venga, confiésalo. ¿A que me echabas de menos?
—Lo confieso. Echaba de menos tu incesante parloteo. Pero por si me vuelves loco, te advierto que tengo en el coche toneladas de cinta para taparte la boca.
— Yo solo quiero que aunque tengamos poquito, sea verdadero. Prefiero eso a tener mucho y falso.
—Mira, honey, el amor es como una paloma, viene, se caga y después se va. ¿Acaso todavía no te has dado cuenta?
—Eres Estela Ponce. Una de las grandes divas de Hollywood. No lo olvides.
—No lo olvido. Aunque a veces ante las impertinentes preguntas de los periodistas me gustaría gritarles: ¿Y a ti qué te importa?
—Tengo más hambre y como me he dado cuenta que hoy eres mi debilidad, he decidido comerte a ti.
—Volver a verte ha sido lo mejor que me ha ocurrido en mucho tiempo. Lo mejor — insistió—. Y, por mucho que me gustaría que te quedaras, es mejor que te marches porque, sinceramente Noelia, yo no tengo nada que ofrecerte. Nada.
—Mira, no te voy a decir adiós, porque nunca me ha gustado esa palabra, mejor lo dejamos en un hasta pronto. ¿De acuerdo?
—Hasta pronto, estrellita.
—¿Sabes qué es lo que más me gusta de España? —Mizo una pausa—: Sin lugar a dudas tú.
—Soy consciente de que eres un gran, grandísimo problema para mí...
—No lo pretendo.
—Me guste o no, cielo —prosiguió él—, lo eres y más cuando no puedo dejar de pensar en ti.
—Tú también me gustas mucho, cielo. Eres maravillosa, divertida, preciosa y estoy encantado de que estés aquí conmigo, pero seamos realistas y no digamos cosas que dentro de unos días puedan hacernos daño. ¿Vale, canija?
—¿Sabes lo que me dijo el abuelo Goyo? Que la vida se compone de momentos y para mí cada momento contigo ha sido tan auténtico que los atesoro con verdadero amor. ¿Tú también puedes decir eso?
— Gracias a ti he tenido unas vacaciones en la que he conocido a un hombre que me ha hecho muy feliz en la cama, pero creo que el todo incluido se acabó y debo regresar a mi vida. ¿Y sabes por qué? Porque me he dado cuenta que mi carrera no la voy a sacrificar ni por ti, ni por nadie.
---------------------------------------------------------------------------------------------------
2. ¿Y A TI QUÉ TE PASA?
LUCAS Y MENCHU
En la intimidad, y al menos con ella, Lucas era caballeroso, atento y dispuesto, y cuando él la cogió entre sus brazos, ella sonrió y, sacando esa parte descarada que ocultaba también al resto, murmuró, sintiéndose atrevida:
—Te deseo…
—Te aseguro que ella estaría muy orgullosa de ti si retomaras tu vida. Deja de preocuparte por el qué dirán en el pueblo, porque, como dice el abuelo Goyo, quien habla mal de los demás es probable que no tenga nada bueno que decir de sí mismo.
—Como habría dicho mamá Clara, la decepción no mata, ¡enseña!
—¡Y tanto que enseña! Es más, yo añadiría eso de que quien come cuentos de hadas vomita realidades.
—Deja de vomitar y recuerda: la sonrisa es el mejor disfraz.
—Te ha dado el sol en mi tierra. Te has puesto morenita.
—Tú también te has puesto morenito.
—Lo he pasado muy bien estos días contigo, Menchu…, María.
—Yo también, Lucas…, Khal Drogo.
—Lo creas o no, eres el primer amigo, amigo, con el que me beso en la boca y me restriego como una tigresa loca.
—¡¿Otro amigo?!
—¿Acaso los tíos podéis tener todas las amigas que os apetezca y las mujeres no?
¿Qué pasa? ¿Qué tú, por ser hombre, puedes acostarte con todas las mujeres que quieras, y yo, por ser mujer, no puedo hacerlo con todo aquel que me plazca? Pero ¿tú en qué mundo vives?
—¡En el mundo troglodita!
—En la vida, el dinero no lo es todo —matizó—. Y en una pareja debe primar el amor. Créeme, que sé de lo que hablo.
—¿Qué le pasa al troglodita?
—Que se cree el rey del corral, cuando tan solo es un pollo más.
—Decidí abrirte mi corazón porque vales la pena. Eres sincera, cariñosa, noble... Eres lo mejor que me ha pasado, y tengo una gran necesidad de compartir un futuro contigo. Yo no puedo ofrecerte diamantes, ni yates, ni casas en Aspen o en Canadá. Pero sí te prometo magia, cariño, felicidad y, si no es así…, espero que me abras la cabeza. Ahora solo quiero que lo pienses, que lo valores, y que, cuando aparezca Nacho, tengas muy claro si lo quieres a él o me quieres a mí.
—¿Regresas en tu jet privado?
—Si lo tengo, ¿por qué no utilizarlo?
—Te dije que tenía que tranquilizarme para poder razonar, pero aquí estoy, sin
preparar nada que decirte, pero necesitando estar aquí.
—Siempre has estado a mi lado —prosiguió aquel—. Has sido mi mejor amiga, mi mejor confidente, mi enfermera, mi gran quebradero de cabeza, y tengo que decirte que, desde que te colaste en mi corazón y me hiciste creer en esa putadita llamada magia, me paso doce de las veinticuatro horas del día soñando contigo, y las otras doce pensando en ti.
---------------------------------------------------------------------------------------------------
3. ¿Y A TI QUÉ TE PICA?
NACHO Y ANDY
—¿Le gusta leer a la señorita?
—Leo bastante. Potencia la imaginación.
Estoy de acuerdo. Me parece una respuesta muy acertada. Un buen libro puede transportarte a otros mundos.
—Me gustaría ayudarte.
—Dándome dinero, aunque te lo agradezco, no me ayudas.
—¿Y qué puedo hacer entonces?
—Ayúdame a encontrar un trabajo. No hace falta que sea de lo mío —explica—. Cualquier trabajo respetable me vale para intentar salir de esta situación. Como dijo Confucio, dale pescado a un hombre y comerá un día; enséñale a pescar y comerá el resto de su vida.
—¿Te han dicho alguna vez que ese lenguaje es pésimo?
—Vive al límite, peléate con todo bicho viviente para sobrevivir un día sí y otro también y, después, me lo cuentas.
—¿Por qué a veces la vida no nos deja pasar página?
—Quizá no sea la vida, sino nosotros, quienes no la pasamos.
—¿Sabes lo que me dice mi padre siempre? «Ignacio, cuando una puerta se cierra, otra se abre, pero sigues mirando con tanto anhelo la puerta cerrada que nunca verás esa bonita puerta que se abre para ti».
—Hijo, recuerda eso que dijo Gabriel García Márquez «No llores porque ya se terminó, sonríe porque sucedió». ¿De acuerdo?
—Eres como una canción en francés: me gustas, pero no te entiendo.
—Mira, finolis edulcorado —añade entonces—, tienes un no sé qué que me pone no sé cómo, pero que me gusta no sabes cuánto y me hace sentir como una paviflor.
—¿Qué tal es tu habitación?
—Suite con jacuzzi y preciosas vistas al Gran Canal.
—¿Me das asilo político en tu habitación?
—Por el resto de mi vida.
—¿Puedo abrazarte ahora?
—Claro que sí, cielo…, claro que puedes.
—¿Me has llamado «cielo» en vez de «capullo»? Llámame como quieras —añade él entonces—. «Capullo», «cielo»… La cuestión es que me llames.
—Recuerda, cariño, yo también te hago el amor con garantía: polvo que no te guste te lo repito.
¿Por qué lo conocí, si ahora tengo que vivir sin él?
---------------------------------------------------------------------------------------------------
+ FRASES:
No hay comentarios:
Publicar un comentario